Posiblemente, desde una óptica pop, no haya ocurrido nada más relevante en el mundo del cine del Siglo XXI que la conversión de Kristen Stewart y Robert Pattinson en figuras clave del cine de autor más arriesgado e independiente. Fueron la pareja más popular del mundo mientras duró el fenómeno Crepúsculo, y podía esperarse de ellos que aprovecharan aquella fama meteórica para acomodarse en la cima del star system protagonizando producciones convencionales destinadas al gran público. Pero, cada uno por su lado, los ex novios de América optaron por labrarse una carrera apostando por películas pequeñas y arriesgadas, de la más alta calidad, como para demostrarse a sí mismos, y al mundo, que son actores de verdad, y no tan sólo ex iconos adolescentes. Un aplauso para ellos, que a estas horas podrían no ser más que juguetes rotos.
Y no deja de ser curioso que, aún separados, Kristen Stewart y Robert Pattinson sigan compitiendo en voluntad de riesgo, a ver quien recibe más aplausos de la crítica. Kristen Stewart será, por ejemplo, Savannah Knoop en ‘JT Leroy’, es decir la chica que, durante seis años, se hizo pasar por el misterioso autor del título, un fenómeno editorial cuya verdadera identidad, la escritora Laura Albert (interpretada por Laura Dern en el film), tardó en ser revelada, y también tiene acabado el thriller ‘Underwater’, de William Eubank, quizás un giro un tanto más convencional. Robert Pattinson, en cambio, acaba de poner de rodillas a la crítica mundial con la hiperrealista ‘Good Times’, de los hermanos Safdie, que explora el submundo de los desarrapados de Queens con colores eléctricos y banda sonora sintética (puede verse en Netflix, no se la pierdan). Tiene acabadas ‘Damsel’, de David y Nathan Zellner (los directores de la curiosa ‘Kumiko, the Treasure Hunter’), con Mia Wasikowska; el díptico ‘The Souvenir’, de Joanna Hogg, y sobre todo ‘High Life’, el esperadísimo thriller de ciencia-ficción de la amadísima Claire Denis. También tiene previsto volver a rodar con David Michôd, a cuyas órdenes ya trabajó en el western apocalíptico ‘The Rover’ (2014). Pero es sobre todo un nuevo proyecto, hasta ahora desconocido, lo que nos llena de renovado entusiasmo: ‘The Devil All the Time’ es, presupone, una adaptación de la magnífica novela de Donald Ray Pollock publicada por la desaparecida Libros del Silencio en 2012 con el título de ‘El diablo a todas horas’.
Donald Ray Pollock es uno de los grandes retratistas de la White Trash estadounidense. Se dio a conocer con el magistral ‘Knockemstiff’, que interrelacionaba las historias de varios habitantes de una hondonada repleta de la más apestosa basura blanca, y se consolidó como escritor de primera fila con esta novela que narra las vicisitudes de un veterano de la SGM, Willard Russell, que se dedica a oscuros sacrificios en un altar que ha erigido en medio del bosque, ante la estoica mirada de su hijo Arwin. Pattinson no encarnará a ninguno de los dos, sino a Roy, predicador a la fuga con ademanes circenses que es uno más en este auténtico freak show que llegará a las pantallas dirigido por la mejor opción posible: Antonio Campos.
Antonio Campos no tiene, que se sepa, ascendencia española, o tal vez sí, eso tampoco es muy importante (en realidad en medio italiano y medio brasileño, su madre fue manager de Pelé), lo que importa es que, junto a Josh Mond y Sean Durkin, forma parte de la productora Borderline Films, que factura lo más interesante, y transgresor, del cine indie americano de la actualidad, un legado en el que se cuentan películas de Campos como ‘Simon Killer’ (2012), o la más reciente ‘Christine’ (2016) en donde convertía a la siempre notable Rebecca Hall en la malograda Christine Chubbuck. Hits subterráneos para iniciados.
Pattinson se ha mostrado entusiasmado en una entrevista en el Esquire americano: “Hay una frase en esta película, y a veces no necesitas más que eso, que te hace pensar “Oh, decir esto da mucho miedo”, porque pienso en la posteridad y pienso en que habré sido yo el que la dijo. Literalmente no puedes meterte en algo más oscuro. Es jodidamente oscuro. El personaje es un predicador evangelista en el Sur, en los años 50, un tipo alegremente malvado, divertido y carismático a su manera. Vamos, irresistible”.